¿Sabías que en España ya se realizan más operaciones de pecho que liposucciones?  Según datos oficiales de SECPRE, 16.000 mujeres se sometieron el año pasado a un aumento de mamas en nuestro país.

Tras superar la fase más dura de la crisis, muchas mujeres están recuperando su sueño de tener un pecho bonito. Cada día atendemos a más gente interesada en las operaciones de senos. Cada vez recibimos más consultas a través de las redes sociales.  Y resulta estimulante poder ayudar a toda esa gente a sentirse mejor, a culminar un proyecto personal que pasa por tener un cuerpo con el que estar a gusto.

Someterse a una operación de pecho es el final de un proceso en el que hay que dar una serie de pasos, sin saltarse ninguno. Ahora me gustaría repasar contigo los pros y los contras de un aumento de pecho.

La decisión de someterse a cirugía mamaria está relacionada con la autoimagen, con lo que creemos que piensan de nosotros. Y con ella se construye la autoestima. La primera y quizás más importante ventaja de una operación de senos es que nos aporta una nueva visión de nosotras mismas que no puede compararse con nada, porque es real. Resulta increíble que la transformación de una parte de tu cuerpo pueda desencadenar un cambio tan radical como pasar de tener problemas de confianza y de autovaloración a sentirte bien contigo misma. Mirarte y que te miren con el convencimiento de que nuestro cuerpo nos gusta y les gusta a los demás. 

 

A partir de esta gran ventaja, surgen otras añadidas que la refuerzan y complementan.

 

Sin ir más lejos, el hecho de que el cuerpo de la mujer esté proporcionado, con un pecho acorde con hombros y caderas, es una ventaja no solo para la autoestima, sino también para la salud. Quien tiene unos senos muy grandes y están pensando en someterse a una mamoplastia de reducción saben que los problemas de espalda son una constante que, además, se agravan con el paso del tiempo.

Y si hablamos de imagen y de aspecto, es importante tener en cuenta que a partir de una operación de pecho el tema ropa cambia totalmente, por supuesto a mejor. Sujetadores que no te quedaban bien, sostenes que te gustaban pero que no te decidías a comprarte por no poder lucirlos como tú querías. Y después… bikinis que se ajustan a tu pecho como un guante. Escotes de vestidos y camisas a la altura de lo que tú quieres… 

Y si con ropa se disfruta de tu nuevo cuerpo, sin ella te lo puedes imaginar. Las mujeres que se operan de pecho suelen coincidir en que sus relaciones sexuales mejoran ¡Y sus parejas también! 

 

 

Te he dicho al principio que hay algunos inconvenientes. Vamos con ellos.

 

Puede parecer muy evidente pero hay que recordarlo: la operación de pecho es una intervención quirúrgica que se lleva a cabo en un hospital o clínica con anestesia general. Nada distinto a cualquier otra operación de estética, pero al fin y al cabo una operación. Si te da miedo y nunca has pasado por un quirófano, háblalo con el médico o con un psicólogo. Lo cierto es que si la intervención la lleva a cabo un cirujano experto y en una clínica especializada en pecho no vas a tener ningún problema.

Una de las claves en todo este proceso es acertar en las decisiones que hay que tomar de manera conjunta con el cirujano. Por ejemplo, el tipo de prótesis, el tamaño, la vía de acceso… Cada vez tenemos más información y conocimiento de todo lo que supone una operación de pecho, pero hay que valorar muy bien todas las opciones, y dejarse asesorar por quienes tiene la experiencia de muchos otros casos antes que el tuyo. Para que todo salga bien y el resultado esté a la altura de lo que esperas, es importante esta fase, que tiene lugar durante las consultas previas a la operación. Equivocarse aquí tiene consecuencias. Y todas malas.

Al ser una intervención quirúrgica, precisa de un postoperatorio. Las primeras horas se pasan en el hospital, y si todo marcha según lo previsto hay que tener en cuenta los consejos y recomendaciones de los médicos durante las siguientes semanas. Aquí hay varios elementos que son clave para culminar con éxito todo el proceso. Por ejemplo, extremar la higiene, para evitar cualquier tipo de infección. También es preciso vigilar la cicatriz y seguir las instrucciones que nos dará el personal sanitario. Más adelante habrá que seguir un programa de revisiones anuales, para confirmar que todo va bien y prevenir problemas, por ejemplo de encapsulamiento. 

Si no hay complicaciones, se trata de un proceso rápido. No más de 12 ó 24 horas de hospital y unas dos semanas teniendo la precaución de no llevar a cabo ciertos movimientos o esfuerzos. Esto no quiere decir que no se pueda trabajar a los días de haberse operado, pero lo cierto es que disponer de algunos días para guardar reposo y adaptarte es una buena medida. Conclusión: Nos hará falta algo de tiempo.  Por eso muchas mujeres aprovechan las Navidades para operarse.

 

 

Y otro detalle que no se te escapa y que es importante: Operarse el pecho cuesta dinero, a pesar de que el precio ha bajado considerablemente con el paso de los años. Hace tan solo dos décadas solo podían acceder a este tipo de cirugía mujeres con altos ingresos. La popularización de este tipo de intervenciones y el abaratamiento de algunos costes ha permitido ajustar precios hasta hacerlos accesibles a mucha más gente. Y existen muchas posibilidades para financiar una operación, desde las propias clínicas hasta préstamos al consumo, ayudas familiares… Etcétera. Pero recuerda que, como en todo, lo barato puede salir muy caro. En cirugía de aumento, desconfía de todo lo que encuentres por debajo de los 4.000 euros.  

Hemos hecho un buen repaso, pero seguro que sigues teniendo preguntas. ¡Pues aquí nos tienes! Conócenos. Habla con nuestros cirujanos.

Queremos ayudarte a cumplir tu sueño. Tu felicidad es nuestro éxito.