¿Crees que en las escuelas se debería enseñar a los niños a aprender a meditar? ¿Los adultos deberíamos saber más sobre algunos tipos de meditación como, por ejemplo, las técnicas mindfulness?
Y es que vivimos unos tiempos demasiado rápidos y estresantes, un siglo en el que la velocidad no nos permite disfrutar de los buenos momentos del día a día. El tema es más importante de lo que parece y por eso hoy le vamos a dedicar toda nuestra atención. Hoy en nuestro blog: “Mindfullness para aprender a meditar”, ¿empezamos?
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¿Qué son las técnicas mindfulness?
Como sabes existen muchos tipos de meditación o, mejor dicho: existen muchas técnicas que nos ayudan a aprender a meditar, a proyectar nuestros pensamientos hacia el interior para encontrar ese punto de equilibrio emocional – esa armonía- que nos permite cargarnos de energía positiva.
El mindfullness es una de esas técnicas de meditación, una forma más que por su sencillez y facilidad de poner en práctica se ha convertido en la favorita de los hombres, las mujeres y los niños de este ocupadísimo siglo XXI.
Pero ¿qué significa exactamente la palabra “mindfulness”? Si echas un vistazo por Internet, verás cómo los traductores al castellano han optado por diferentes acepciones como “atención plena”, “conciencia plena”, “presencia plena”, etc. Nosotros hemos optado por la primera traducción que si bien no es literal, sí se asemeja bastante al objetivo que tiene aprender a meditar utilizando el mindfulness: “Atención Plena”.
Desde esta acepción, veremos que aprender a meditar utilizando el mindfulness nos ayudará a:
- Concentrar nuestros pensamientos conscientes e inconscientes en el aquí y ahora, en ese momento presente que dejamos escapar porque estamos ocupados recordando el pasado o planificando el futuro.
- Reflexionar activamente sobre los conflictos y los problemas desde un punto de vista lo más objetivo posible a fin de racionalizarlos y resolverlos con el menor daño posible a nuestro valioso equilibrio emocional.
- Aprender a disfrutar de los mejores momentos de nuestra vida intentando que no se vean perturbados por esas nubes negras de pensamientos negativos que tienden a empañar nuestro horizonte vital.
2 ejercicios básicos para aprender a meditar
Aprender a meditar no es sencillo, pero todo el mundo puede aprender si encuentra la técnica que mejor se ajuste a su forma de pensar, su estilo de vida, sus ideas, sus creencias, etc. Como te decíamos antes, el mindfulness es uno de los tipos de meditación más populares no porque sea mejor que otros, sino porque es relativamente sencillo aprender a hacer al menos sus ejercicios básicos como, por ejemplo, los dos que te contamos a continuación: la inspiración básica y el llamado Body Scan. Toma nota:
Ejercicio 1: la inspiración suave
Respirar es uno de los movimientos automáticos que nuestro organismo hace por nosotros sin que nos demos cuenta, pero que influye muchísimo en nuestra forma de ver la vida, atender a los problemas, resolver los conflictos, etc. Este mecanismo autónomo de supervivencia es, también, la base del primer ejercicio para aprender a meditar que nos proponen las técnicas mindffulness: inspirar lentamente el aire por la nariz, retenerlo en nuestro interior sintiendo cómo llena nuestros pulmones y expulsarlo lentamente por la boca.
Repetir este suave ejercicio de inspiración-expiración consciente es “mano de santo” para controlar nuestras pulsaciones, relajar los músculos contraídos de nuestro pecho y nuestra espalda y, también, para preparar a nuestro organismo para hacer otros ejercicios de meditación que nos ayuden a disfrutar del aquí y el ahora.
Ejercicio 2: el Body Scan
Si has leído algo sobre aprender a meditar o técnicas mindfulness seguro que te has encontrado más de una vez con las palabras body scan, escaneo corporal o barrido del cuerpo. ¿En qué consiste este ejercicio? Es sencillo: concentrar toda nuestra atención en hacer un mapa mental de nuestro organismo.
Túmbate sobre una superficie cómoda, cierra los ojos, relaja brazos y piernas y haz dos o tres inspiraciones suaves que preparen a tu cuerpo para el body scan. Cuando notes que tu cuerpo físico se ha relajado un poco, comienza a hacer ese escaneo corporal miembro a miembro recordando cómo son los dedos de tus pies, tus tobillos, las rodillas, los muslos, la pelvis, la barriga, el pecho, las clavículas, los hombros, los brazos…
Este ejercicio es perfecto para empezar el día con ganas y energía y, por supuesto, te ayudará a concentrar toda tu energía vital en tu mejor amigo o amiga: tú.
Como ves, aprender a meditar es mucho más sencillo que aprender a utilizar el móvil y, por supuesto, mucho más útil para nuestro bienestar emocional, para cargar de energía esa pila vital que nos mantiene en pie y que se llama autoestima. ¿Estás de acuerdo con nosotros? ¡Escribe un comentario!
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