Cumplir con las rutinas adecuadas, utilizar productos específicos de noche y contar con una ambiente propicio para el sueño pueden favorecer una piel radiante por la mañana.

1.Cumple tus rutinas

Las rutinas para la piel antes de irnos a dormir son las que más pereza dan, porque la tentación de saltárselas es inmensa. Sin embargo, los cuidados nocturnos son muy importantes y difieren de los matinales, sobre todo en la limpieza. La piel durante el día se ha ensuciado muchísimo con la contaminación, el polvo.

Si después de limpiarla añades una crema de noche mucho mejor, porque vas a ayudar a la piel en el proceso de renovación. Por la mañana hay que hidratar y proteger, por la noche nutrir y reparar.

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2. Ingredientes nocturnos

Intenta que esos tratamientos incluyan los ingredientes cosméticos indicados para la noche, que los hay: son todos los fotosensibles, los ácidos en general, glicólico, ascórbico, retinoico, hidroquinon.

Aunque cada vez las presentaciones son menos agresivas, es preferible utilizarlas sólo por la noche, además van a cumplir mejor su función de renovación, que es para lo que están indicados.

3. Adapta tus tratamientos según la temporada

La rutina de cuidados de belleza debe cambiar según las necesidades. El doctor dermatólogo que trata las celebrities como Sharon Stone, Demi Moore o Catherine Deneuve, recomienda un tratamiento de vitaminas con el cambio de estación, especialmente en primavera para aplicar muchos antioxidantes que prevengan los efectos nocivos del sol.

4. Bella durmiente – lo suficiente

¿Si duermes menos te levantarás más fea? Pues lo cierto es que la calidad del sueño en la piel influye de manera muy importante. Si el descanso es escaso se impide la hidratación y renovación celular, y como resultado la piel se verá apagada y más sensible a factores de estrés o la aparición de eczemas.

La necesidad de sueño es variable aunque la mayoría de los adultos jóvenes necesitan dormir una media de 7 u 8 horas. No obstante hay patrones de sueño cortos, en los que el sujeto se siente descansado sólo con 5 horas, y largos, en los que la persona necesita 10 horas para la reparación

5. Crea un ambiente adecuado y eso incluye despedirte del móvil mucho antes de dormir.

Y para dormir lo suficiente y levantarse con una piel radiante debemos trabajar en crear un ambiente que facilite el sueño y  la desconexión (luz, ruidos). ¡No esperes hasta el último momento para apagar el móvil! Hazlo antes y aprovecha para despedirte en tus redes sociales hasta mañana.

6. Con almohada de fibras naturales

¿Almohadas? ¿Tengo que pensar en las almohadas? Pues va ser que si. Algunas informaciones apuntan a que son mejores para la piel las fundas de almohada hechas en tejidos como la seda que las habituales de algodón. ¿Qué hay de cierto en ello? en realidad: nada.

En principio siempre son mejores las fibras naturales que las sintéticas, pero no importa si se trata de algodón, bambú o seda.

Pero el roce de unas u otras no va a provocar más ni menos arrugas o flacidez. Estos problemas suelen venir, a parte de por el paso del tiempo, por la tendencia que tenemos a dormir siempre del mismo lado, presionando más una zona de la cara que otra. Es indiferente que la presión sea sobre seda o algodón.

7. Esas bolsas en los ojos

Hay quien piensa que si duerme boca abajo evitará la aparición de las bolsas de los ojos, pero lo cierto es que no influye para nada.

Si tienes tendencia a la retención de líquidos, si ya has cumplido algunos años y además llevas una mala alimentación, por ejemplo exceso de sal, entonces las bolsas aparecerán y no será por arte de magia como te darás cuenta.

La única solución es dormir lo suficiente, llevar una vida sana, no tomar cenas con exceso de sal (embutidos por ejemplo), limitar el tabaco y consumo de alcohol y utilizar cremas que favorezcan el drenaje del tejido periocular.

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