¿Desayunas bien?

Un buen desayuno es el que incluye la mayor variedad de nutrientes que el organismo necesita para comenzar la actividad del día. Y para ello el desayuno debe incluir alimentos de al menos estos 3 grupos: lácteos, farináceos y frutas. Combinando alimentos de los tres grupos se consiguen decenas de desayunos variados, nutritivos, sabrosos, apetecibles, divertidos y sanos.
Nuestro sistema digestivo, especialmente el hígado, es muy funcional e inteligente, pero no abusemos de sus capacidades ya que una saturación excesiva de combinaciones de alimentos podría derivar en patologías simples como indigestiones, granos en la piel, diarreas, etc, y otras un poco más complejas como diabetes, obesidad, hipertensión arterial, entre otras.
A continuación mostramos algunos alimentos para mejorar tu desayuno:
- Frutas: las frutas (enteras, en macedonia, en compota…) y también en zumo, enriquecen vuestro desayuno en vitaminas, minerales y fibra.
- Lácteos: leche, yogur, cuajada, quesos, etc. O alternativas como batido de soja. Cualquiera que sea la elección, su consumo le aporta al niño calcio, fósforo, proteínas y vitaminas B2, A y D.
- Farináceos: incluye pan en todas sus versiones (normal, integral, tostado, de molde, con frutos secos), cereales de desayuno y galletas, ya que son alimentos ricos en hidratos de carbono que el organismo transforma en glucosa, el «combustible» del cerebro y todos los órganos. La bollería (bollo, croissant, dulce de leche, suizo o magdalena) también tiene cabida, pero consumida con moderación, y no cada día.
- Otros alimentos: jamón serrano, jamón cocido y otros derivados cárnicos, mantequilla, margarina, mermelada, azúcar, miel, frutos secos, frutas desecadas… Son alimentos que enriquecen el desayuno en nutrientes y lo pueden hacer más variado y apetecible.
Estos consejos son válidos para toda la familia; para los más pequeños, para los adolescentes y para padres y madres; si bien, las cantidades de alimentos, así como su forma de presentación irán acordes con las necesidades de cada uno, con su apetito y sus preferencias, pero sin hacer concesiones inaceptables.
Nuestro desayuno puede afectarnos a nuestra manera de pensar, de sentir e incluso de actuar.
Sin Desayunar: Sin calorías, sin proteínas y sin nutrientes ¿Te saltas el desayuno y después picas entre horas para conseguir la energía que necesitas? Saltarte el desayuno hace que tu cuerpo tenga que recurrir a las reservas de nutrientes y agua que se han agotado durante la noche. Esto puede hacerte sentir irritable, cansado y propenso a picar alimentos azucarados para conseguir un impulso de energía.
Desayuno saludable completo nutricionalmente: Equilibrio de calorías, proteínas y nutrientes. Los desayunos con la combinación adecuada de nutrientes te preparan para enfrentarte al día que tienes por delante al proporcionarte una liberación constante de energía lentamente en lugar de los típicos golpes que ofrecen las comidas energéticas. Prueba un desayuno con calorías controladas y el equilibrio adecuado de proteínas, carbohidratos y otros nutrientes.
Deja un comentario
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.