El aire que se respira en el interior de los hogares puede llegar a contener hasta diez veces más sustancias tóxicas o contaminantes que el del exterior, según revela un estudio elaborado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

Así, y según las conclusiones de dicho informe, los productos que se emplean para la limpieza de la casa o el aseo personal, las pinturas, los materiales sintéticos, o los conservantes alimentarios, por poner algunos ejemplos, pueden desprender sustancias químicas nocivas para los seres humanos.

Además estas sustancias sufren una serie de alteraciones y pueden transformarse en otras distintas. Por ello, y para minimizar los riesgos, sin caer en la hipocondría, se pueden tomar medidas para disminuir la exposición a contaminantes en el hogar, como decantarse por productos, muebles y tejidos fabricados con materiales naturales y ecológicos, ventilar la casa a diario, y no abusar de las pinturas sintéticas.